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martes, 24 de noviembre de 2015

Vueltas

Hay viajes de vuelta
que en vez de a despedida,
huelen a ganas.
De esos que no terminan,
que hacen suyo un trozo de eternidad
y lo sostienen.

Ganas de ir y volver,
de reír y llorar
o de gritar y callar.
Porque a ganas,
no me ganas.
He aprendido a acariciar
hasta la tristeza,
a contarle que hay color ahí fuera
y que nunca está de más              
ponerse algo de menos.

Viajes de vuelta,
que no se detienen,
con lo bonito que es
ver cómo nos rodea el mundo
mientras estamos ocupados
intentando (des)ocuparnos.

Y de ocupar nunca te hablo,
porque los rincones de corazón
pesan más que cualquier
cuerpo al otro lado de la cama.  

Si me preguntan diré que
sin duda alguna  
fuiste un viaje de vuelta,    
quizá no de una sólo,
sino de vueltas y más vueltas,
pero
a mi vida.
Billete indefinido,
firmado
por aquéllo de más
y abandonado                
por todo lo otro de menos.

sábado, 3 de octubre de 2015

Mientras

Observo el mundo
que se encierra en tus ojos,
le pregunto si puedo pasar
y mientras
se congela ese instante.

Le sonrío a tu mano temblorosa,
me la entregas y pienso.
Pienso en cuándo
me había sentido así,
y mientras
recuerdo que todo empezaba aquí.

Me pierdo en tu silencio,
le pido que no me busque,
que me deje pasear(te)
y mientras,
eres tú quien me encuentra.

Le pides a mi ruta
que tome la primera salida,
ésa que lleva nuestro nombre
y mientras
parece que mis pasos
ya no están en tierra firme
si no decido tomarla.
       
Y mientras
el instante se congela,
recuerdo que éste era el comienzo
porque me habías encontrado
en otro camino
diferente,
pero entonces
opto por quedarme.

martes, 18 de agosto de 2015

Anochece esta mañana

Irse como mejor opción,
pues quedarse
es arañar el corazón.    
Decirte hoy
que lo que nos faltará mañana
será declararnos fallida.

Y quizá el problema
fue no advertirnos,
ver la caída muy lejos
cuando estaba
a la vuelta de la esquina.

Mis manos van a añorar(te),
mis ojos
van a buscar otro mundo
en el que bañarse,
¡Mi vida!
Mi vida,
va a vaciarse,
para quién sabe cómo
rellenarse.

Querido enemigo,
caballero desarmado,
reina descoronada
¿Cuándo anocheció
en la mañana?
   
Recoge los sentimientos
en el baúl a mano izquierda
de tu pecho,  
pues fuera quizá logran hacerte reír
y hoy les toca desistir.
¡Dulce muerte (des)encontrada!

martes, 21 de julio de 2015

Te acompaño esta noche

Observaba sus manos seguras
acariciar, como si de otro cuerpo
se tratase,
la vieja madera flotante.
Su mirada era triste,
y su piel oscura como esa noche.
Reía el mar,
pues esa noche dormiría acompañado.

Un paso más.                
No podía quitar ojo
a su firmeza,
sin saber que dejaba atrás
mucho más que esa playa.
¡No sigas!
Su compañera brillaba en el cielo    
y sabía que su viaje
sería largo y solitario.

Otro paso más.
¿Me echarán de menos?, piensa.
Los edificios la miran también,
y le confirman que con ella
irán donde esté,
sus amigos, sus aspiraciones,
su valentía.

Uno más y volamos, le susurra
su compañera celestial de viaje.
Y así se despide,
con miles de sueños en su maleta,
con recuerdos que llenan sus ojos,
y con la esperanza que llena
su corazón.

Cae la noche y el mar la arrastra.
Ya no mira atrás,
acaricia la madera que la recoge
y sonríe.  
Empieza el vuelo.
El viaje es largo,
le susurra desde el cielo.
No dejaba de mirarla,
y supo que ya no la abandonaría más,
que ese viaje empezaba y acababa
con su compañía
para iluminar su camino
hasta suelo firme.


viernes, 26 de junio de 2015

Grita el pueblo

Hoy vamos a gritar al viento
que nos sobra el aliento,
porque cuando el sistema
pasó a ser destruído
el pueblo optó por el ruido.

Las sonrisas de los destructores
acarician nuestras espaldas
y la arañan hasta llegar
a
nuestras
alas.
Ingenuos,
parecen no saber
que nuestras manos
hoy les arrebatan las tijeras,
porque el vuelo
no nos lo cortan
si no es para bajar
y luchar.

Nuestro ruido, señores,
tiene la fuerza
de devolvernos lo arrebatado,
de recuperar nuestros derechos
y mandaros un saludo desde arriba.

Vais a caer,
porque la maldad,
la codicia,
la sinvergüenza                                          
no nos pueden gobernar.
Las paredes opacas
pasarán a ser transparentes,    
y las lágrimas
acabarán su recorrido
en una sonrisa vencedora.

martes, 16 de junio de 2015

Un sol cobarde

Escribió sobre la montaña
que el sol esa tarde se escondió
cobarde,
como si hubiese quebrado
el cielo.
Culpable o no
tenías razón,        
pues los valientes
se quedan
y esperan.

Y lo escribiste
bajo un árbol,
por si alguien lograba verlo.
¡Qué osadía!        
Tu crítica en silencio      
caló tanto en ti,
que hasta al trazar las letras
sobre su tronco  
pude ver otro sol en ti.          

Pequeño y desintencionado,
el escrito que delataba
a la estrella más grande
del universo,
parecía ser
el que más se le asemejaba.

martes, 9 de junio de 2015

La mitad de un adiós

La miraba fijamente
sin parpadear
recordando cómo
llegó a quebrarla.
Hizo un amago
de lo que pareció
una caricia.

Pero, vamos,
sabías que su maldad
consumía su persona,
y después la tuya.
Permanecían unidos
incluso cuando cantaba,
cuando reía
o soñaba.
         
E irse, a veces    
no implica
una marcha total.
Existen idas que
sólo son palabras
y que se aguantan
como las lámparas
colgadas del techo más alto.

Y ese adiós a medias,
esas ganas
de romperla a pedazos,
la hacía esperar de pie
a la vuelta
de cada esquina.

martes, 2 de junio de 2015

Viajando su cuerpo

El viaje que emprendió
después de mirar a sus ojos
no tenía caminos,
tenía logros y perlas.
Hizo allí años
que repetían
los mismos pasos.                  

Trepaba hasta su ombligo
naciendo allí la primavera.
Sus labios la mantenían
cuando caía el verano.
Los párpados parecían caer
en sus dedos
cual hoja en otoño.

Era el frío de invierno quién
la arrastraba a sus brazos,
hasta el viaje de regreso
al pequeño vacío de su tripa
donde brotaba de nuevo.

lunes, 25 de mayo de 2015

Vencimos

Las heridas
de su pecho
no las curó
el tiempo.
Su sonrisa,
tampoco la devolvieron
los minutos consumidos.

Bailaba,
¡cómo bailaba!  
Algo vibraba
en su interior,
quizá la tristeza,
el dolor,
que se ponían
de acuerdo
para encontrarse
en su exterior.

Lloraba,
¡cómo lloraba!
Todos los mares
terminaron
esa primavera
en sus ojos.
Allí nacían
los ríos
que podían
atravesar las calles
desembocando
en la puerta de mi casa.

Porque siempre,
siempre,
conseguimos vencer
a tus tristes bellezas.
Y entonces sí,
bailamos,
pero descalzos,
lloramos,
mas lágrimas felices.
¡Cómo vencimos!


domingo, 17 de mayo de 2015

Silencio, habla la cordura

Silencio y cordura
decidieron encontrarse
para callar sin enloquecer
para entender sin voces.
Para demostrar
que la palabra
puede ser
insignificante
y
el desorden mental              
catastrófico.    
                         
Nunca llegaron    
a ningún lugar.                
Se quedaron encerrados,
mientras el silencio otorgaba
la palabra
a la cordura
con la certeza
de su sabiduría.

Pero ambos sabían
que debían esperar
a que el ruido despertase
al silencio,                
y a que la locura      
les empujara a sentir      
sin mudez ni razón.

lunes, 11 de mayo de 2015

No razones, corazón

Saltaron al vacío
unos cuantos corazones rotos.
Esperaban de ese vuelo
encontrar un motivo
que volviera a unirlos.            

El tiempo sostenido,
la velocidad de la caída,
los acelerados latidos.
Todo junto
y sin que se pertenezcan
a la vez.

Buscaron tanto la razón
que perdieron
todo lo contrario:
la irracionalidad.
Y así olvidaron                            
toda su verdadera esencia
de camino al vacío    
Ya decían que un corazón
no entiende de razón.

viernes, 17 de abril de 2015

La huella del caminante

Allí donde queremos estar
y a donde no llegamos.
Allí donde los pasos
no son para nada certeros.
En ese lugar deseado:
esas manos
esos brazos
en aquel bar que hace esquina
en una habitación
con vistas al mar.
En el pecho de algún desconocido,
en las cimas
más altas.

Caminamos
y aún así no llegamos.
Jamás lo hacemos.
Las huellas
parecen borrarse en el camino
con nuestros miedos
con nuestras inseguridades,
¿Qué nos pasa?
¿Cuándo dejamos de andar?

Caminantes...volvamos a empezar,
aún quedan huellas por dibujar.

viernes, 10 de abril de 2015

Brotar de nuevo

Sobrecógete en otros brazos,
báñate en la paciencia
quiere ese nuevo amor,
no lo rompas.
Pero hazlo por ti,
date la oportunidad, amor
sé que ahí
donde elijas estar
vas a saber brotar de nuevo.

No sufras,
pues jamás olvidarán
mis palabras
cómo las haces brotar,
cómo les das sentido
en un trozo de papel.
Ellas llevan tu nombre,
yo
tu recuerdo.

Nuestros propios demonios

Algunos demonios se esconden
en recónditos lugares de nosotros mismos.
Se asoman despacio,
sin darnos cuenta,
mofándose de nuestra ignorancia.
Deben ser las personas que nos rodean
las que adviertan de su presencia,
las que hagan que se marchen 
con su maldad.

No siempre funciona.

Algunos encuentran un eterno hogar
en cuerpos que aún creen
estar vacíos.
¿Cómo combatir esta maldad
que se esconde 
tras un cuerpo amado?
¿Cómo apartarlo
de nuestras vidas?
¿Dónde quedan 
los límites de nuestra sensatez?

Tal vez nuestra razón y bondad

también emprendan
sus propios caminos hacia cuerpos
destinados
a
encontrarse. Algunos demonios se esconden
en recónditos lugares de nosotros mismos.
Se asoman despacio,
sin darnos cuenta,
mofándose de nuestra ignorancia.
Deben ser las personas que nos rodean
las que adviertan de su presencia,
las que hagan que se marchen 
con su maldad.

No siempre funciona.

Algunos encuentran un eterno hogar
en cuerpos que aún creen
estar vacíos.
¿Cómo combatir esta maldad
que se esconde 
tras un cuerpo amado?
¿Cómo apartarlo
de nuestras vidas?
¿Dónde quedan 
los límites de nuestra sensatez?

Tal vez nuestra razón y bondad

también emprendan
sus propios caminos hacia cuerpos
destinados
a
encontrarse.